Solo cuando vayamos a la Madre celestial que es la esposa del Cordero, la esposa del Espíritu Santo, podremos recibir el regalo gratuito del agua de la vida (la vida eterna) y convertirnos en el real sacerdocio.
A medida que el agua de la vida de la Madre corre al mundo, todas las naciones se refrescan; y como la Madre existe, el mundo puede estar unido.